Mientras
nos arrastraba la coyuntura,
la
vida rebalsaba mis ojos,
cientos
de miles de mariposas
blancas,
no
naranjas ni amarillas,
salían
del rio y volaban hacia el este.
Buscaban
un nuevo futuro?
Huían
de un viejo pasado?
Volaban
blancas, libres, sin las limitaciones
de
la política,
con
muy poco tiempo para buscar soluciones,
con
muy poco espacio para cargar opiniones,
volaban
blancas,
el
color de la libertad,
como
rindiéndose por adelantado ante la invicta muerte.
Como
riéndose por lo rebuscado de mi suerte.
Volaban
blancas,
ni
amarillas ni naranjas.
Ajenas
a la devaluación,
ajenas
al falso progreso de hormigón.
Volaban
blancas.