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sábado, 28 de febrero de 2015

El Gorila (version libre de El Cuervo, de Edgar Allan Poe)


Otra noche más se anunciaba triste y fría,
 recordaba historias de la historia que existía
tiempo atrás, me encontraba adormecido, cuando tenue
un sonido alcanzó el tímpano de mi oído, llegó de detrás de un rosal que reina en mi jardín.
Balbucee, es el viento que golpea el rosal, solo es eso y nada mas.
 
¡Ah, repaso los desvíos! Los meses grisas y fríos,
cada lágrima inundaba más el dolor mas visceral,
yo escapaba hacia la lectura, sin poder evitar
la profunda presencia que tortura y desaparece caras,
ordenes raras que quizás ya no conviene evocar,
la damisela “Dictadura”, que solo se debe recordar, y, ¡nunca mas!
 
El horror de cada traje de sanguíneo linaje,
el terror siempre omitido que a mi alma aún hacia y hace vibrar,
sensación desgastante, que se repite a cada instante, pensé que debía ser un alma errante,
que en la noche a de reptar, algún tardío visitante
que en las sombras se pudo al fin refugiar, es solo eso y nada mas





Ahora mi alma esta mas tranquila,
ya no teme, y se obnubila, y “señor” digo, “señora, que reptais en libertad,
¡OH alma despojada hasta del concepto de la propiedad!”
Por que aún estaba adormecido y el ruido
duró solo un suspiro, y aún dudaba haber odio algo tras el rosal.
Empuñando estas palabras, me asome tras el rosal,
vi la noche, y nada mas.
 
Quede inmóvil, destripando mis miedos
y soñando locos sueños,
no soñados nunca por ningún otro mortal,
solo la idea de Dictadura me atrevo a recordar,
y la Dictadura hasta el eco debe recordar. Solo esto, y nada mas.
 
Seguí mi vida displicente, y abrazando mi alma cada vez mas indiferente,
y un nuevo ajetreo se escucho tras el rosal,
¡quien osa, desde los oscuro, romper el silencio que frágil murmuro!,
dije “calculando, conjeturo, que el misterio va a claudicar”
“corazón detente un momento, que el misterio va a claudicar”. “Es el viento y nada mas”.





Me volví a asomar y escuche bruscos balbuceos,
vi un gorila tenebroso, del pasado
 inmemorial,
con un gesto irreverente, y sin susto,
se paró en mi frente, se paro alienadamente,
con postura señorial,
en su cara solo veía malas y su postura señorial,
asentase y nada mas.
 
Trocó el gorila en melancolía mi encriptada fantasía,
con su aspecto de severa y aumentada maldad,
“ser sin ser” dije, “profano lo que te compete, raso y llano,
¡No desaparecen mis hermanos!, así que dime, ¿cual en plutónicas riberas es tu nombre?”,
“dime cual.”
 Dijo el animal, “nunca mas.”
 
No imaginaba que tal ente fuera a hablar tan claramente,
y por mala, su expresión no dejábame de asombrar,
ya que ningún mortal (o ninguno pudo contarlo)
tuvo el disgusto de ver frente a el
a tal osamenta infernal,
a tremenda bestia, bruscamente encarnada en tal osamenta infernal.





Con tal nombre, nunca mas.
Frente a mi, fijo, nada mas el gorila dijo esa frase,
sepultando toda su alma en ganas de decapitar,
viendo que no movía ni un pelo,
todavía me atreví a susurrar, “llegará el día y el también se alejará”
“como todos mis amores, el simplemente desaparecerá”.
Dijo el gorila “¡nunca mas!”
 
Sorprendiéndome una respuesta tan precisa
como esa, me resigné, “su repertorio nada más será esa frase,
 invadida por algún amo a quien la vida encerró cruelmente en su guarida”.
Con su esquelético refrán, sus muertas ilusiones,
 muertas en el tetánico refrán de “ya nunca, nunca mas”
  
Y aún sonreía con su firme hipocresía,
 frente mío, tan vetusto, q mi curiosidad hacia brotar,
y entrégueme a la misión de pensar que distinción podía hacer un ser sin emoción,
un gorila infernal, 
un flaco, viejo, tosco, siniestro gorila infernal, con la frase
 Nunca mas.
 
Y alborotaba mi sosiego su mirada como fuego,
que profundo en mi pecho parecía lastimar,
Fui pensando, agitado en el único descampado de luz plateada bañado,
donde siempre va a quedar (sobre la memoria) donde,
siempre va a quedar, el “¡nunca nunca
 mas!”


Y se estrelló en mi frente crédula y reincidente,
proyectos amnésicos, que decían traer dulce paz,
“¡miserable!” dije, ‘el cielo se ha olvidado de tus vuelos,
y te envía al fin un consuelo que solo el olvido te puede dar”
Llueve, llueve la niebla,
en el olvido puede pasar.
Dijo el mono “nunca mas”
 
“Emisario del averno, monstruo o ente del infierno”
 “¡Oh! Profeta”, dije ”,enviado por Luzbel, a este lugar en donde el horror
siniestro mora, ¡vete! ¡ Oh animal que no llora!”
¡Por la pálida Dictadura , si hay almas aún en la Esma,
no hay alivio a mis penas ¿hay almas ahí en la Esma?
Dijo el gorila, “nunca mas”
 
"Emisario del averno, monstruo o ente del infierno,
 por dios”, dije, “al cielo que admiras como mortal, pregunta si mi alma, tambaleante,
en algún Edén muy distante, podré un día saturante el hosco episodio
olvidar.
Si a Dictadura en los cielos algún día la podré olvidar.
Dijo el mono, “nunca mas”
 
Y aun inmóvil y callado sigue el gorila ahí parado,
sobre el pasto de mi patio ornamentado con un rosal.
Torturante me vigila, muestra al diablo en su pupila,
y su sombra desfila por el suelo fantasmal,
Ya nunca el alma mía podrá alzarse de esa sombra fantasmal
Nunca mas.

martes, 24 de febrero de 2015

El edificio

Llegó e falso progreso
a mi cuadra
La fálica propiedad vertical,
que roba estrellas,
y agranda la ciudad,
y agrande su crueldad
con la excusa del crecimiento.
Violan al barrio.
Violan al barrio que ya
nunca será el mismo,
sus gritos se ahogan entre
alaridos de retroexcavadoras
y golpes de martillos.
El horrendo paisaje de
la masividad.
La usura, la rutina y la música
de ascensor.
La vereda se despide
de los rayos del sol,
sus arboles se cortan,
su aire se ensucia.
En aras del insomnio
pobres obreros clavan más su ataúd
y el de la pachamama y los
recursos que aun nos quedan.
Veo con impotencia como
la torre de babel abre otra sucursal.
Así, despreocupada, es a veces
la inconsciencia humana,
que depreda y otra vez
se cree inmortal.

lunes, 16 de febrero de 2015

Llueve sobre inundado



Mi joven espíritu observa azorado


como el barrio amanece inundado.


Me lamento


por aquellos que perdieron todo,


aunque ya no tenían nada,


los viejos olvidados,


la perra con cachorros abandonada


a su suerte,


a ser víctimas del monocultivo,


la usura, la burbuja inmobiliaria


pronta a estallar, la indiferencia,


igual de dura


hasta con los indiferentes,


al consumo que nos consume,


a la publicidad que nos inunda.


Mis brazos están cansados


de nadar sin ver tierra,


como las vaquitas están cansadas


de nacer sentenciadas.


Formamos parte,


aunque lo neguemos,


de la entronización del pesticida,


de la aceptación diaria del invernadero.


Somos culpables de las migraciones


de aves,


de la desaparición progresiva


de las prendas de lana,


de que se tapen los desagües.


Debemos pagar nuestra estadía,


debemos hacernos cargo de siglos de desidia.


Despertar.


El sentido común dijo:


“Nunca tendrás suficiente,


de lo que en realidad no necesitas”

domingo, 15 de febrero de 2015

Poema a la musa ausente 4


Tuyas siguen siendo mis horas,

mis vaivenes, mis triunfos,

mis logros, todas mis demoras

y sobre todo, toda mi soledad.

Mis miedos, que solían asustarme

y que ya no me sirven mas,

y que destierro al olvido,

lentamente.

Y es que ya no estoy solo,

me acompaña la brisa,

la luz del sol,

y toda mi libertad,

que a veces suele marearme

y herirme fatalmente,

dispersando mi energía en

esperarte, cuando lo que debo saber que voy

a encontrarte aunque ande sin buscarte.



martes, 10 de febrero de 2015

versos para alcanzar las circunstancias


Versos para alcanzar las circunstancias



¿Estaré a la altura

de las circunstancias

cuando deba ejercer

mi nueva libertad?

¿Andaré correctamente

estos nuevos caminos?

estos nuevos senderos

de corte independiente?



¿Podré quitar años de

rencor de mi alma sin

dañarla?

¿Llegaré a encontrar una musa

que me haga querer adornarla?

¿podré mantener

mis ideologías prescindiendo

de la religión, la política y otros dogmas?



¿Podré enarbolar la unión

ahora que me siento

descuartizado?



¿Estaré a la altura

de las circunstancias

al mirar a los falsos

sin careta,

y admirar a los

incondicionales, a

esos que demuestran

ser fundamentales?.



¿Podré enfrentar

al enemigo ahora

que lo intuyo?



¿Buscaré las respuestas,

esta vez, ocultas en mi?

Lo dije antes y lo digo

de nuevo, la poesía es

la chispa capaz de encender

todos los fuegos