Y si un día mi anzuelo
pesca una sirena?
Y si na noche
amanece para siempre?
Quizás seamos una voz
chiquitita en un mundo
de estruendos de neón.
Pero mientras tengamos
silencio para convidar,
mientras nos miremos
a los ojos,
mientras la vida
nos abrume,
mientras los muertos
nos conmuevan,
mientras los perros
ladren,
nuestra voz existe.
Y mientras exista,
nosotros
que miramos desde afuera
convertiremos con
artesanal
paciencia el afuera
en adentro.
Y el rio seguirá
su cauce,
el tiempo seguirá
su paso,
y vendrán más
primaveras,
y el adentro que antes
era afuera crecerá
hasta que perdamos las
noción
de sus limites.
Todos los mares
serán desiertos algún
día.
Todos los desiertos
serán mares algún día,
y hasta que ese día
llegue,
seguiremos recitándonos
mirándonos a los ojos,,
festejando nuestra
existencia,
brindando por la
esperanza.
A brindar, por que se ha
echo poco.
A brindar, por lo que
aún nos queda por hacer,
a brindar.
Eduardo Heilbron
“la transgresión pasa
por la creación, no por la falta e respeto” Victor Hugo Valledor