Aquí Estamos
Estamos
en el lugar exacto
que la noche precisa
para ascender al alba
Roque Dalton
Aquí estamos,
solitariamente
aunados
agrupados en rodajas
divididos
por la filosa maquina
del tiempo
desmembrados
repartidos
con una marca alojada
en el cerebro
con filosas
mordeduras con una historia
incrustada en la
válvula cardiaca
nos reflejamos
casi laicos,
presentistas
transparentes
de un océano a otro
el movimiento
nos reconocemos trueno
bramando en la penumbra
nos reconocemos
pueblo
desalineados,
rebeldes, inconformes
la lanza de angustia
nos quebramos
impretérritos,
sedientos, expectantes
con una larva en la
mente
aquí estamos
disociados en la
niebla
extraviándonos de
todo aquí estamos.
Supimos tener miedo
temblar bajo la capa
dominante
desfallecer de
suplicas al cielo
nos bautizamos en
cultos antiheroicos
sobrevivimos al
silencio
al callejón escueto
de los credos
al elitismo abyecto
confundirnos
quisieron el camino
intentaron dejarnos a
trastienda
entre letras decentes
y prestadas
nos hablaron
de la imposibilidad
carnal de la poesía
de subjetivos tópicos
oníricos
de un sello editorial
con etiqueta
de la sintaxis pulcra
y esmerada
de formulas de
enfoque.
Nos tropezaron la
imagen la conducta
las cláusulas grabadas
como esquirlas
testearon nuestra voz
en decibeles
nuestros versos en
silabas
nuestro talento en
libros apilados
veíamos excluidos
condenados al margen
del cuaderno
al último eslabón de
la cadena
a la cosecha de sus
diarios yerros
a nosotros
los inameritables
los rotulados de
siempre
los expositores de la
palabra cambio
los mutantes del
pabellón izquierdo
los mediadores del
extremo
los firmantes con pseudónimo
los irreconocibles
difamados
los escribientes anónimos
los azuzadores del
pasado
los de futuro equìvoco
y rugiente
los virtualistas del
presente vano
los de barricada baja
los horizontales
antijerarquias
los reprochantes
Henos en el lado
opuesto de los cuadros
autênticos quizás
tal vês irônicos
esquizofrênicos, lúcidos, subcríticos
com nuestra sopa de letras sobre el plato
com nuestros delírios tal vez nuestras falácias
nuestra sangre arrasante como lava
nuestra mirada
indiscreta
nuestro indómito lenguaje
descubierto a la atmósfera
en herida
con un filtro de luz en
los bolsillos
con los ojos al cielo
descreídos,
imprecisos, vacilantes
con apenas un mate
por bandera
pero estamos
poetastros quizás,
pseudoensayistas
somos la hierba que
crece entre plantines
semáforos sin rojos y
sin verdes
la picada sin rumbo y
sin salida.
Muy a pesar e
nosotros aquí estamos
pernoctando cual gatos por la noche
leyendo tras las
gotas de aguaceros
misioneros de las
letras
procuramos
Aquí, aquí
en la periferia
ignota
en la cuadratura del
circulo
en la hipotenusa de
un triangulo sin base
casi dormidos por la
noche continuamos
inconcientes aún
no sea cosa que algún
día
se nos ocurra
escribir
nuestra epopeya.