como corren para salvarse y nos dejan afuera,
como nos confunden, otra vez, y nos hacen pelear
contra otros enemigos, y aliarnos a nuestros verdugos,
que disfrazados de amigos idean nuevas formas de explotarnos.
El dinero ya esta entronizado, y aunque no lo notemos,
cargamos con parte de su yugo.
Que harán cuando no tengan mas dinero que robar.
Cuando ya no queden ni mares por ensusiar,
ni bosques por deforestar,
que harán cuando el pueblo despierte
cuando ya no queden mentiras por mentir,
ya no haya donde correr, donde esconderse,
cuando no haya mas naturaleza que extinguir.
Que haremos cuando no tengamos arboles para refugiarnos,
ni agua limpia para beber,
ni aire no ácido para respirar, cuando todos los juglares teman cantar,
y la utopía se aleje definitivamente.
Para donde caminar entonces.
El enemigo es el dinero, el capital, y yo aquí me quedo,
fuera del eden de hormigón, como tantos mas,
entre angustia, engaño y desazón, esperando
una noche de terror, que pasará, y nuevamente amanecerá,
y los sobrevivientes tendran
para donde caminar entonces.
