Desde mi ventana veo pasar la vida nueva,
en apurado viaje a vivir,
sus blancas alas baten el aire,
baten a duelo al hormigón,
que espera calentándose al sol
el fragor de la batalla por venir.
Me hace bullir la sangre.
Y la vida y la muerte se batirán a duelo,
terminaran el año en un desigual encuentro,
miles de cadáveres tapizaran mañana el suelo,
por una jornada de absoluta libertad,
buen viaje.
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