(La revolución) no será televisada ni vendrá en soneto.
Estará tras
un camino barroso,
escondida detrás
de un arbusto lleno
de espinas.
No vendrá bien perfumada,
sin zapatos nuevos y estará
hambrienta y haraposa,
con la boca seca,
con el alma cansada.
Vendrá después de todo
lo triste y lo macabro,
y llegar a ella nos hará
sangrar los pies,
nos hará alejarnos
del confort,
nos hará divorciarnos
del conformismo.
Será un parto doloroso,
con contratiempos y
complicaciones,
gusto amargo,
encierro, abandono,
angustia, sufrimiento,,
y mucho sacrificio.
Pero al imaginar tu sonrisa
total, se,
que valdrá la pena.
Por
Eduardo Heilbron
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