Ni Ganesha,
ni Mahoma,
ni Jehová,
impedirán que nos
abracemos.
El amor nos hará
inmortales.
Ni la avaricia,
ni la desidia,
ni la codicia,
impedirán que nos
abracemos.
El amor nos hace
inmortales.
Me despido de mi
cuerpo
hinchado y terrenal,
me despido de os
valores
distorsionados
del capital.
El amor nos hizo
inmortales.
Eduardo Heilbron
Eduardo Heilbron
No hay comentarios:
Publicar un comentario