Es enfermiza tu tendencia,
como el campesino que siembra,
riega y proteje el brote,
para matar sálvajemente
a todo lo que se atreva a hacerte
sombra.
Repites la historia otra vez,
actuas igual, esperando,
tercamente,
que los resultados sean
distintos.
Eres un domador de cuervos,
y me siento, sorprendido,
a ver como, otra vez
te comerán los ojos
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