Otra vez aterricé en
ningún lado.
otra vez la vieja
herida
sin sanar
otra vez desperté aplastado
por el vacío que no
supe esquivar
De nuevo terminé
quedando
vacante,
de nuevo la angustia
es visita
inoportuna,
de nuevo no hay nada importante
que se mueva o brille en la bruma.
Definitivamente, no
hay nadie aquí
solo me queda salir
por ti,
y doblar en la próxima
esquina
y perder el peso que
llevo encima.
Otra vez te
escondiste demasiado
bien,
otra vez el amanecer
me
ganó una partida
otra vez se me pasó
el tren
mientas estaba
enfocado en mi huida.
De nuevo mi
habitación
es inmensa,
de nuevo solo escucho
las voces de mi mente,
de nuevo solo hay
calma tensa
y mi techo que me
mira indiferente.
Por lo visto no hay
nadie aquí,
solo me queda vivir
lo que no viví
y doblar en la próxima
esquina
y ver lo que se me
destina.
por Eduardo Heilbron
– extraído de “La
Iniciación ” (Nueva Editorial Universitaria – San Luis – 2008)
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