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jueves, 5 de enero de 2012

La palabra


"Un escritor no debe escribir para comer, pero si comer para escribir" (C. Marx)

La palabra es mía,
la palabra es tuya.
La palabra es de todos.
Es más que tres silabas graves,
mucho más que un tecnicismo de la comunicación,
la palabra puede encerrar ira, amor, emoción,
pero no se puede encerrar a la palabra,
dormirá en tu mente un tiempo, y después buscará miles de formas
de reventar tu cabeza para escapar.

La palabra impresa en un papel no es de quién la escribe,
la palabra impresa en un papel no es de quien la imprime.
La palabra impresa en un papel es de todos.
Quizás sean armas que empuñamos algunos,
quizás sean  sueños verbales en tiempos iletrados,
pero no nos engañemos, la palabra está en todos lados.
Porque cuando uno lee algo en un papel
ese algo crece en nuestras ideas,
invade otros terrenos trasformándose,
se engendra en otras formas, liberándose.

Pensándolo bien, la palabra no es mía,
La palabra no es tuya.
La palabra si es de todos,
es la libreta ayuda memoria de la memoria,
es el remanente de conciencia del más inconciente.
Hace único al cualquiera,
igual al diferente,
Por que si un señor te dice buen día,
ese buen día pasa a ser tuyo.
Moldéalo, transfórmalo, pero es tu deber
liberarlo, y solo así, dejarlo ser.

"Las palabras no son de los que las dicen sino de los que las escuchan. En nosotros, los escritores queda darles el valor agregado que nos permita comprar comida" (E. Heilbron)

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