La revolución no será
televisada ni vendrá en soneto
Estará tras un
camino barroso,
escondida tras
un arbusto lleno
de espinas.
No vendrá bien
perfumada,
sin zapatos nuevos,
haraposa, hambrienta,
con la boca seca
y el alma cansada.
Vendrá después de
todo lo triste y
macabro.
Llega a ella nos
hará sangrar los
pies.
Nos hará alejarnos
del confort,
divorciarnos
del confrmismo.
Llegar hasta ella
será
un parto doloroso,
lleno de
complicaciones
y contratiempos.
Gusto amargo,
encierro,
abandono, angustia,
sufrimiento, mucho
sacrificio.
Pero al ver tu
sonrisa llana,
se,
estoy seguro,
que valdrá la pena.
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